Festival de la Confraternidad Tico–Panameña 2025 reunió cultura y tradiciones en Paso Canoas

Por Willians González

Paso Canoas, Chiriquí. Paso Canoas se convirtió en un punto de encuentro cultural con la realización del Festival de la Confraternidad Tico–Panameña 2025, una celebración que fortaleció los lazos de hermandad entre Costa Rica y Panamá a través de arte, música y tradiciones.

El evento, al realizarse en el área fronteriza, adquirió un significado especial porque representó un espacio de integración y simbolizó la unión entre ambos pueblos.

La jornada se desarrolló con el simbólico intercambio de banderas, un gesto que reafirmó la amistad entre las dos naciones. Posteriormente, la tarima central recibió presentaciones artísticas y un desfile de bandas panameñas y costarricenses, que cautivaron al público y resaltaron la riqueza cultural de la región.

La ministra de Cultura de Panamá, María Eugenia Herrera, participó en el intercambio de banderas y sostuvo un acercamiento con su homólogo, el ministro de Cultura y Juventud de Costa Rica, Jorge Rodríguez Vives.
“Este festival fue un espacio muy importante y enriquecedor porque fortaleció los lazos históricos que unen nuestras naciones, promovió la cooperación mutua y celebró las tradiciones de dos países vecinos y hermanos”, destacó la ministra Herrera.

Por su parte, el ministro de Cultura y Juventud de Costa Rica, Jorge Rodríguez Vives, expresó que “esta confraternidad es un ejemplo de cómo dos naciones hermanas pueden seguir construyendo juntos un futuro de integración cultural y respeto mutuo”.

Este acto fue encabezado por el ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego con la correspondiente ceremonia de intercambio de banderas con el ministro Seguridad Pública de Costa Rica, Mario Zamora.

Como invitada especial estuvo presente la gobernadora de Chiriquí, Aixa Santamaría, y otras autoridades de ambos países que acompañaron esta celebración binacional.

El evento cerró con un concierto de la Banda Benemérita Nacional de Cartago, cuyos 26 músicos interpretaron una selección de piezas emblemáticas de Costa Rica y Panamá, deleitando al público con melodías tradicionales y contemporáneas que reflejaron la hermandad cultural de ambos países. El público aplaudió de pie cada interpretación, destacando el nivel artístico de la agrupación y el ambiente de confraternidad que se vivió durante toda la jornada.