Considerado el ballet romántico por excelencia, Giselle llega a los escenarios del Teatro Nacional de la mano del estandarte más emblemático de la danza panameña, el Ballet Nacional de Panamá, que este mes de agosto celebra cinco décadas dedicadas a enaltecer el ballet y dejar un legado tanto nacional como internacionalmente.

Sesenta y cinco bailarines del Ballet Nacional y aspirantes de los grupos más avanzados de diferentes escuelas y academias de danzas de Panamá se unieron al elenco de la compañía nacional para presentar esta puesta en escena que mezcla el amor, fantasía y tristeza, pero con una gran fuerza interpretativa, para compartir con el público una de las obras más representadas en la danza a nivel mundial.

Su historia se centra en una joven y hermosa campesina llamada Giselle que se enamora perdidamente de Loys, un hombre vestido de campesino, pero que en realidad es el duque Albrecht y está comprometido con Bathilde, princesa de Curlandia. Cuando Giselle descubre el engaño, su débil corazón no lo soporta y muere.

Su esencia se une a las Willis, espíritus de jóvenes despechadas que murieron traicionadas por sus novios y que danzan a la luz de la luna en busca venganza, forzando a los hombres en su camino a bailar hasta morir de agotamiento.

Giselle es una de las piezas más importantes en el repertorio mundial, porque es un ballet que requiere no solamente de destreza técnica, sino también destreza artística. Los bailarines no solo muestran con esta pieza la elegancia de sus pasos, sino que también revelan una excelente calidad interpretativa, la cual ha sido ovacionada por el público afirmó Gloria Barrios, directora ejecutiva del Ballet Nacional.

Durante la primera noche de función se le brindó un reconocimiento especial a Josefina Nicoletti, Cristina Quijano y Filadelfia de Salamín, por sus contribuciones al desarrollo de la danza en Panamá, trayectoria artística y por los aportes dentro del Ballet Nacional.

Mientras que en la gala siguiente el maestro Albert Phillips pianista acompañante del cuerpo de danza, fue reconocido por el arduo trabajo, dedicación que sobresale en cada entrenamiento diario.

Para esta versión los papeles protagónicos recayeron en los experimentados bailarines, Manu Navarro; primera bailarina del Ballet Nacional de Panamá y Ana Lorena Boyd como la hermosa Giselle, mientras que el papel del duque Albretch fue caracterizado por Yahir Castro e Ibrain Espinoza respectivamente.

También destacaron sobre el escenario del Teatro Nacional Shaddai Alym Samudio, en el papel de Hilarión, Alexa Gurtiérrez como la madre de Giselle y Julieta del Castillo y Melissa Gaona, actuaron como Myrtha la líder de las Willis.

Giselle fue interpretada por primera vez por el Ballet de la Ópera de París en la Salle Le Peletier en 1841, cosechando inmediatamente el éxito entre el público y la crítica francesa, lo que permitió su propagación internacional casi inmediata, por su gran relevancia fue escogida como obra para festejar los cinco decenios del Ballet Nacional.

Adicional de las cuatro galas gratuitas de “Giselle”, el Ballet Nacional de Panamá muestra la historia a lo largo de sus cinco décadas en la exhibición “Una Mirada al Ballet Nacional”, la cual inició su recorrido el 11 de agosto en la galería Juan Manuel Cedeño de MiCultura para proseguir un recorrido en centros comerciales como Albrook Mall, Hotel Bristol entre otros espacios y provincias, las que serán anunciadas en los canales de MiCultura.