El distrito de Portobelo celebró con éxito, la décimo tercera edición del tradicional y colorido espectáculo que ofrece el “Festival de Máscaras y bailes de diablos”, donde  el sonido de los tambores, la música, los cantos, las máscaras y los coloridos vestidos se apoderaron de las calles y de la plaza central en donde cerca de veinte agrupaciones entre grupos locales de Colón y de las provincias de Panamá, Bocas del Toro y Veraguas hicieron un despliegue de diseños de máscaras y movimientos como homenaje vivo a la memoria de sus antepasados.

El festival ofreció espacio a la variada gastronomía afrodescendiente y a la vereda artesanal que encantó a visitantes nacionales y extranjeros.

El evento, que contó con la presencia del viceministro de Cultura, Gabriel González y el administrador general de la Autoridad de Turismo, Iván Eskildsen, inició con la exposición pictórica “Nuru” de la artista Mayka “La Tigra” Mendizábal B., una muestra cargada de simbolismo y magia característica de la cultura afrodescendiente.

La delegación de autoridades y de representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en Panamá fueron recibidos en la residencia de Sandra Eleta, gestora y miembro del patronato del festival.

El programa fue abierto con los aplausos y gritos de alegría ante la presentación del Grupo Infantil Congo de Mamá Ari, una agrupación de danzas portobeleña que desde hace más de quince años se concentra en salvaguardar la cultura Congo con participación de niños desde los tres años.

Prosiguieron los diablos de la agrupación Kamikaze y así uno tras otro grupo lograron interacción con el público. Los danzantes deleitaron a los presentes por la variedad de sus danzas, sus máscaras y gestos que asustaban a algunos y a otros le sacaban una sonrisa.

“Lo que más me gustó del festival de este año es la integración de otros diablos, por ejemplo, de Bocas del Toro, Veraguas, lo cual nos indica que vamos creciendo, muchos quieren saber de la cultura congo y este es un evento donde se llevan un pedazo de nuestra historia”, compartió Leticia Levy de Márquez, especialista colonense en gastronomía afropanameña, ‍ investigadora del patrimonio cultural inmaterial de Panamá y autora del libro Mis recetas ancestrales y más.

 

 

 

Doña Lety, como se le conoce en María Chiquita, recomienda que “se puede añadir como parte del programa del festival, talleres que expliquen a lugareños y visitantes por qué el diablo se viste de rojo y por qué cambia al negro, o qué representa la figura del diablo, para que luego sean replicadores de ese saber, de ese conocimiento de la cultura congo y amen esta parte de la historia”, añadió la gestora cultural que también ha contribuido a promover este festival.

Por su parte Gabriel González, viceministro de Cultura, expresó, durante la bienvenida al festival, que “es una gran emoción estar esta tarde con ustedes, viendo este festival lleno de cultura, de tradición. A este pueblo de Portobelo seguiremos apoyándolo incansablemente junto a la Autoridad de Turismo, para que este evento crezca y siga impactando al turismo”.

 

González recordó que ya se cuenta con el reconocimiento de UNESCO “como Patrimonio Cultural Inmaterial, y eso es producto del esfuerzo de nuestra coordinación de Patrimonio Inmaterial, Panamá y el mundo nos están mirando”.

 

Damas de todas las edades lucieron sus polleras congos y accesorios característicos; los danzantes y niños más pequeños iban ataviados con su sombrero cónico y objetos colgados en la cintura, incluidos juguetes, para representar cómo los cimarrones recogían lo que encontraban a su paso cuando escapaban de sus esclavizadores. 

 

“Luis”, de siete años, nos dijo: “a mí me gusta vestirme así, me da mucha alegría cuando me veo al espejo, y cuando veo a mis amigos también, yo sé bailar, ya no me da pena y quiero seguir vistiéndome y bailar, al igual que mi abuela y mi mamá que también están vestidas”.

 

En noviembre de 2018, las “Expresiones rituales y festivas de la cultura Congo” fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, además mediante Ley Nº 41 de 2018 se creó el Festival de la Pollera Congo, Máscaras y Bailes de Diablos junto a su patronato, con un nuevo nombre que une dos festivales, que se organizaban de forma alterna: el Festival de Congos y Diablos y el Festival de la Pollera Congo, y que ahora unificado refuerzan esa identidad.

 

Según cifras oficiales para este 2023, se observó un aumento significativo de visitantes con más de 4,000 personas con relación al año anterior que logó una cifra de 3,000 personas. En cuanto al impacto económico la estimación fue de más 200 mil balboas, con una ocupación en hospedajes del 100% para la zona, siendo Portobelo un destino de turismo cultural y ambiental.