Panamá, 22 de octubre de 2019. El Ministerio de Cultura realizó la premiación de los ganadores del 77° Premio Nacional de Literatura Ricardo Miró, los escritores: Arturo Wong Sagel, Edwin González, Jhavier Romero Hernández, Danae Brugiati y Pedro Crenes Castro, en el Teatro Nacional.
La antesala de la ceremonia estuvo a cargo de Proyecciones Folclóricas y Escénicas Panameñas, presentando un “Bullerengue” baile regional darienita, como muestra de las raíces y herencia de nuestros antepasados y el orgullo de ser panameños.
Las palabras el Viceministro de Cultura, Gabriel González, recordaron el legado del escritor panameño Ricardo Miró, honrando su memoria y su manera poética de narrar sus experiencias y fantasías.
“Los libros, la lectura, las palabras nos ayudan a cuidar el pensamiento y respetar lo que somos. Leer nos amplía los sentidos y los conecta con la vida en su totalidad. El premio Ricardo Miró nos brinda la oportunidad de leer nuevas obras cada año que enriquecen nuestro bagaje cultural. Porque ¿qué es la cultura en sí misma sino es el conocimiento de nosotros mismos a través de los elementos que enriquecen la vida? Los episodios tácitos de la cultura, las nuevas miradas a la nación, se van descubriendo cuando este certamen da a luz el nacimiento de los nuevos libros”, manifestó González.
La gala que, por primera vez en mucho año, se volvió a celebrar en nuestro majestuoso y recién restaurado Teatro Nacional contó con la participación de la cantante Yamilka Pitre, la bailarina Julieta Del Castillo integrante del Ballet Nacional de Panamá bajo la dirección del maestro Diguar Sapi, el Coro de Flautas de Panamá «Maestro Eduardo Charpentier De Castro” dirigido por el profesor Valentín Martínez, el Quinteto Broncés bajo la dirección del Prof. Faustino Sánchez C. y la presentación del violinista colonense Joshue Ashby y el pianista Williams Callender.
Por su parte, el Director Nacional de Las Artes, Daniel Domínguez, hizo un recuento de las actividades que este año se celebraron en la Semana Literaria Ricardo Miró, y destacó la importancia que tiene este concurso para MiCultura.
“El joven Ministerio de Cultura, a través de la Dirección Nacional de las Artes, logró llevar eventos del Ricardo Miró a las provincias de Coclé y Panamá Oeste. Las 22 actividades de este año tenían el noble propósito de alimentar el corazón de quien ya es un lector, y a la par queríamos crear público y despertar la curiosidad a los no lectores para pasen a serlo, dándole la visibilidad a nivel nacional que merece este importante concurso”, señaló el Director de Las Artes.
Los escritores galardonados de cada categoría recibieron medalla, pergamino y la suma de 15 mil balboas.
Datos de los ganadores
El cuento «Paisaje Clandestino», de Arturo Wong Sagel, obtuvo la distinción del jurado porque en su conjunto sobresale su coherencia de tono y estilo; lenguaje limpio y preciso, adecuado a cada historia; variedad de temas y argumentos; así como el dominio de estructuras.
En el género poesía se destacó el libro titulado “Camila”, del autor Edduin González Alarcón. Según el jurado esta obra calificó para este galardón por ser una poesía desnuda, jugada con un riesgo de alto vuelo, sostenida con una profunda conmoción y expresada con un lenguaje certero y desollado.
“Sucede que me canso de ser hombre”, de Javhier Romero Hernández, fue la obra de teatro que el jurado escogió porque desarrolla con plenitud de recursos teatrales una historia íntima que crece poco a poco hasta abarcar un conflicto de identidad nacional.
En el género ensayo el jurado decidió escoger la obra “Mestizaje: Mujeres y Mitos”, de Danae Brugiati. Este trabajo constituye un esfuerzo meritorio de investigación histórica encaminado a develar el papel de las mujeres en los procesos culturales y de poblamiento del Nuevo Mundo, con especial énfasis en el Caribe y América Central. La obra posee buen ritmo literario que concatena la narración de los hechos. Se trata de un buen ejemplo del género ensayo histórico que logra a cabalidad su cometido
La novela ganadora fue “Crónicas del Solar”, de Pedro Crenes Castro. El jurado destaca la profundidad filosófica y simbólica de la novela para narrar el paso de la infancia a la vida adulta de un adolescente en un barrio popular de la ciudad de Panamá. Una novela cargada de referencias literarias y del imaginario cultural y deportivo de los años ochenta que cuestiona el poder del destino y abre la posibilidad de reescribir la memoria y el futuro.